REVISTA LITERARIA

PARA UN DESARREGLO SISTEMÁTICO DE LOS SENTIDOS



miércoles, 7 de marzo de 2012

EL HOMBRE TRISTE, CUENTO BREVE DE MAURICIO NARANJO

EL HOMBRE TRISTE
MAURICIO NARANJO


El hombre triste, sin ella, se arrojó al acantilado, al vacío de su corazón, al mar de niebla, a su desierto interior. Comenzó a vivir en paisajes desolados, poblados de ruinas y naturaleza muerta, sombríos, lúgubres, melancólicos.
Deambulaba entre tumbas abandonadas, cuando, sin pensarlo, se encontró con ella, su alma gemela, pálida como la parca, hermosa como el otoño. No sabía si era real, pero la amó ipso facto. La perseguía, en silencio, y la observaba durante las noches, mientras pensaba: “es perfecta”.
Entre tanto, los aullidos lejanos quebraban la nada. Cuando la abordó para preguntarle su nombre, ella regresó lentamente al olvido, su tierra natal en la mente oscura del hombre triste.
¿Cómo rescatarla de ese no-lugar donde los recuerdos se incineraban y quedaban reducidos a cenizas?. Viajó al infierno blanco del olvido y perdió su identidad. Don Nadie, el hombre triste, comprendió que ella era la causa de su infinita tristeza. Que ella nunca existió. Que ella era todas las mujeres y a su vez ninguna. Que ella era una sombra más en su tenebroso y hermoso paisaje interior.