EL AUTISTA
DIBUJABA PAISAJES METAFÍSICOS TODO EL TIEMPO. PINTABA SU NATURALEZA MUERTA, SUS ABISMOS, SU INFINITO DESIERTO. OBSERVABA SU TOPOGRAFÍA IRREGULAR, Y SE DETENÍA EN CADA PLIEGUE VERDE-AZUL. NAVEGABA EN EL OCÉANO INNOMBRABLE DE SU SER. SOLIPCISTA, SE PREGUNTABA SI MÁS ALLÁ DE SUS RECOVECOS GEOGRÁFICOS EXISTÍA ALGO. MÁS ALLÁ DE SU YO SOMBRÍO HABÍA UN MUNDO INACCESIBLE, INCOGNOSCIBLE E INEFABLE. PERO COMO CARECÍA DE LENGUAJE, NUNCA PUDO ESCAPAR DEL LABERINTO.