LA CASA
El techo, como el título de un poema, apunta al infinito. Los ladrillos, conceptos entrelazados, son sustantivos concretos. Las ventanas, abstractas y metafísicas, proyectan el silencio, el vacío, la pausa refrescante. El piso es hipótesis y corolario, principio y fin de nuestra existencia intermitente en la casa del lenguaje, en la morada del ser.